Cenando Sin Gluten: Restaurante Bar Italia, Invitada: Dany
Ayer martes me junté con una “clienta-amiga”, Dany, a quien conocí como clienta pero con quien ya somos amigas, ella ya es “de la casa”. Bueno, Dany es celíaca y gracias a ella perfeccioné mi cocina sin gluten.
Vamos a lo que nos convoca aquí: la junta con Dany. Fuimos a cenar al “Bar Italia”, un restaurante específicamente “SIN GLUTEN”, ubicado en el barrio Italia: https://www.baritalia.cl/
Debo partir diciendo que la temperatura ambiental estaba muy agradable, el lugar también nos pareció muy grato. Es un restaurante acogedor, con una amplia terraza y comedores dentro de la casa muy acogedores también. El personal amable y atento. La cocina, un poco lenta.
Partimos con unas limonadas menta- jengibre, estaban buenas. Seguimos con una pizza para la que puedes escoger hasta tres ingredientes. Uno de los ingredientes que pedimos no era el escogido, pero pasó piola, ya que a lo que yo iba era a la masa. Buena masa, delgada, un poquito difícil de partir (lo que se entiende), deberían servirla con cuchillos de sierra para facilitar el proceso. Estaba correcta y el pedacito que se enfrió, estaba bien también. Este detalle es importante, puesto que lo sin gluten frío se transforma en piedra.
Seguimos con unos ravioles rellenos de salmón y salsa de alcaparra, tomates y aceitunas negras. Aquí se notaba más la masa sin gluten, al primer bocado la sensación fue de crudo, como que le faltó mezclarla en el sartén y saltearla en la salsa, la cual estaba sabrosa, también por el salmón que rellenaba los ravioles. El sabor no fue el problema, quizás la forma de terminar el plato: el raviol tenía mucho aceite por fuera, como si lo hubieran salteado en aceite, y estaba un poquitín crudo, pero levemente. Nos quedamos con la pizza.
En cuanto a los postres pedimos el surtido que traía brownie, cheese cake, pie de limón y tres leches. ¿Mmm? El tres leche agradable, el brownie muy seco, el pie de limón y el cheese cake me dejaron dudas. Con ambos postres tengo problemas, el pie de limón ya nadie lo hace sin leche condensada, y en cuanto al cheese cake la masa estaba un tanto arenosa.
¡¡¡A Dany le gustaron todos!!!
Resumen: gran lugar, única y buena alternativa para salir a comer con alguien que no come gluten. Es un restaurante en el que los celíacos como Dany, sienten libres y seguros, donde no dudan en pedir lo que quieran, lo cual es un agrado, también ver cómo disfrutan de platos que hace tiempo no probaban.
Y la carta es bien variada, hay varios platos con mariscos, carnes y menú para niños, así que es ideal para ir en grupo, en familia y sin aproblemarse con qué pedir. Variedad para todos, todos contentos, como Dany.
En cuanto a los precios, son bastante razonables. Las cantidades en los platos, por lo menos los que pedimos nosotras, anduvieron bien.
Grato rato, aunque siempre quedamos cortas con el bla, bla. ¡¡¡El único punto negro de la noche fue que nos tocó una mesa coja, pero coja!!! Y por ambos lados. Le habían puesto unas servilletas dobladas en las patitas de la mesa, lo cuál ¿mmm? y ni así quedaba pareja. Problema del suelo supongo.
Hasta una próxima cata